En cuanto a los materiales, el volumen queda definido por una envolvente de bloque de termoarcilla revestida y hormigón armado, la única parte de construcción húmeda de la obra. El resto de cerramientos interiores y exteriores se han ejecutado en seco, y cristal mediante madera de iroko.
Un pequeño retranqueo perimetral permite crear la sensación de que el edificio levita sobre el terreno en el que se emplaza.
Las aberturas laterales se han concebido como cortes que desgarran de arriba a abajo la fachada, fragmentando los alzados de levante y poniente, dotándolos de un «grano» más pequeño.
Con el objetivo de lograr una mayor sobriedad y armonía, los elementos auxiliares y de mobiliario se han diseñado a propósito y se han escogido los mismos materiales que los utilizados en los elementos de compartimentación interior en seco.
Información e imágenes facilitadas por Marià Castelló
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