El arquitecto estadounidense Michael P. Johnson es el autor de esta casa construida en Scottdale, una ciudad que forma parte del magnífico paisaje del desierto de Sonora en Arizona (Estados Unidos). Este desierto, situado a las puertas de la ciudad, rebosa cactus “candelabro”, rocas talladas de mil formas e impresionantes gargantas producto de la erosión.

Lo primero que llama la atención de la Bradley Residence es que parece flotar sobre el suelo, gracias a los pilares metálicos que la sustentan. Lo segundo, que para acceder a su interior por la puerta principal hay que hacerlo, de forma casi ceremonial, a través de un sendero de losas de hormigón, cuyos límites están marcados por los propios muros de la casa y el garaje. El voladizo que señala el punto de entrada se prolonga hasta el extremo opuesto de la casa, sobre el patio sur y la cubierta.

Moderna y contemporánea, tanto en su forma como en su contenido, la edificación parece fundirse con el paisaje a través de los grandes paneles de cristal, que prolongan la visión más allá de las fronteras de la casa. En el capítulo de buenas vistas, también se incluyen las que se tienen de la piscina y de la zona de spa desde la sala de estar, en un patio pavimentado con gres porcelánico italiano con acabado mate. El mismo que se utiliza en el interior de la vivienda, pero con un acabado pulido.

También de factura italiana son todos los armarios, incluyendo los de la cocina, el estudio y las habitaciones. Sin salir todavía de su interior, las paredes y los techos están enyesados y pintados de blanco para convertirse en un limpio y agradable telón de fondo en el que los propietarios exponen sus numerosas obras de arte.

Los exteriores de la residencia están revestidos con un estucado de arena, pintado en un color casi blanco inspirado por los afloramientos rocosos cercanos. Este tono produce una sensación de frescor bajo el sol del desierto.

Finalmente y aunque la casa tiene vecinos próximos, Bradley Residence está diseñada de manera que sus habitantes disfrutan de una privacidad asegurada. Los que han visitado, dicen haberse sentido como si estuvieran en pleno desierto…