En este contexto, se han construido nueve viviendas para familias que buscaban alejarse del ajetreado estilo de vida de la Ciudad de México. Por ello, a lo largo del proceso de diseño se buscó que en el proyecto final se respirase una sensación de calma, neutralidad, apertura, privacidad y naturalidad como, evidentemente, así es. Incluso, pensando en hacer todavía más cómoda la vida de sus inquilinos, Santa María incluye también una serie de servicios que brindan una experiencia semi-hotelera.
Así se trató de llevar la propuesta a una siguiente etapa evolutiva, donde el proyecto trabaja respetuosamente con el pasado, se arraiga firmemente en el presente y marca una dirección hacia el futuro. Tal vez por eso, Santa María se agarra constantemente al suelo y, al mismo tiempo, se encuentra flotando y volando, tratando de tener una presencia sublime y sólida al mismo tiempo.
Desde las primeras fases de diseño, se trató de establecer una fuerte conexión con el sitio, buscando responder a su topografía, a la vegetación existente, a las vistas, las orientaciones, las características de los edificios vecinos, la anchura de las calles, etc. También se intentó llevar a cabo una conexión conceptual con el lugar, al incorporar un gesto que se encuentra a lo largo del paisaje rural que rodea Valle de Bravo. Este gesto se tradujo en la incorporación de largas trincheras a lo largo del complejo que están rellenas con piedra de río y plantas silvestres.
La configuración espacial del trabajo consistió en colocar los volúmenes a lo largo de las dos calles que confinan el sitio (parte de las normas locales), permitiendo el acomodo de las casas en forma de L, de modo que pudieran sacar provecho de la orientación y las vistas naturales. Esta disposición permitió también conformar la zona de piscinas a modo de un patio central, similar a los patios ubicados en las casas antiguas del centro de Valle de Bravo.
El proyecto cuenta con dos niveles generales. El primero incluye el acceso general, estacionamiento, vigilancia, cuarto de basura, comedor de servicios, conserjería, administración, 36 bodegas pequeñas, lavandería, baños de servicio, bodegas de servicio y cuartos de máquinas.
Los espacios privados de cada casa (excepto la casa 5), se encuentran en la planta baja e incluyen un pequeño zaguán, un vestíbulo, tres dormitorios y dos baños completos. Todas las habitaciones tienen una altura considerablemente menor que el espacio público, ubicado en la planta superior, porque espacios de este tipo generan más intimidad y requieren menos energía para calentarse durante el invierno.
Fotografía: Alejandro Villarreal
Fotografía: Alejandro Villarreal
Hierve-Diseñería es una firma creativa multidisiciplinar, con sede en Ciudad de México, creada por Alejandro Villarreal, en 1999. Su actividad tiene lugar en diferentes campos como la arquitectura, el diseño industrial y las artes plásticas. Su último proyecto, el complejo residencial Santa María ha sido seleccionado como uno de los finalistas del World Architecture Festival, que se celebrará en Barcelona del 3 al 5 de noviembre de 2010, donde será presentado por su propio autor.
Ficha técnica:
- Proyecto:Complejo residencial Santa María.
- Arquitectura: Hierve-Diseñería.
- Ubicación: Valle de Bravo (México).
- Área terreno: 2.509,64 m2.
- Área construida: 2.269.00 m2.
- Área de las viviendas: de 168.00 a 251.00 m2.
- Fase diseño: 2007-2009.
- Fase construcción: 2008-2010.
- Constructor: Zimbra.
- Equipo: Socio (Alejandro Villarreal). Director proyecto (Andrés Casares). Colaboradores (Sugey Ramírez, Gabriela Rosas, Jesús Ramírez, Denisse Novelo y Arturo García Crespo).
- Diseño de interiores: Isabel Maldonado.
- Estructuras: Moncad.
- Instalaciones: M3 Ingeniería Integral.
- Paisajismo: Ambiente Arquitectos.
- Iluminación: LLC Iluminación.
- Carpintería: Maderaje Arquitectónico.
Esbozos:
Planimetría:
Información e imágenes facilitadas por Alejandro Villarreal
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