El primer gran espacio que nos encontramos es la zona pública, el salón-comedor, en el que se ha integrado una cocina convertida en el gran punto focal del apartamento. El mobiliario de la misma, diseñado de modo que “esconda” la mayoría de distintos aparatos culinarios, ha sido complementado con un simple banco industrial System 20 de Bulthaup.
Así, el protagonismo de la cocina se consigue gracias al contraste cromático del negro antracita de los armarios con el blanco nuclear con que se ha pintado el resto de paredes. Como contrapunto, se ha escogido un tradicional suelo hidráulico, también en blanco y negro, y dos taburetes industriales en amarillo, que le dan un toque de calidez al diseño extra-mínimal del espacio.
El salón-comedor, de nuevo de diseño extremadamente simple, adquiere su personalidad gracias a una cuidada selección de mobiliario de las mejores firmas del siglo XX. Sillas CH24 de J. Wegner para Carl Hansen en el comedor, la lámpara Glo Ball S2 de Jasper Morrison para Flos, la butaca basculante LC1 de Le Corbusier para Casina, o la silla LCW en haya natural de Charles & Ray Eames para Vitra son algunas de las exquisitas piezas que, combinadas con algún mueble histórico adquirido en mercadillos de almoneda o anticuarios, le dan un carácter muy personal al apartamento.
Fotografía © Iñaki Bergera www.bergeraphoto.com, cortesía de Íñigo Beguiristáin
Esta información ha sido elaborada por Gracia Cardona del magazine on-line diarioDESIGN que os recomiendo desde Interiores Minimalistas
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