La obra reúne piezas de conocidos arquitectos y diseñadores como Frank Lloyd Wright, Marcel Breuer, Charles y Ray Eames, Gio Ponti, Richard Sapper, Jasper Morrison o Konstatin Grcic, que comparten un denominador común: el haber aportado al menos un elemento que supusiese un avance técnico. Por ejemplo, la silla 232 de Wilhelm Ritz, producida para Wilkahn en los años 70, se incluye como la primera que empleó el cilindro de gas para ajustar la altura del asiento.

El libro de Olivares está dividido en cuatro partes. La primera es un muestrario ordenado cronológicamente de 180 sillas, con una fotografía y un texto informativo sobre cada una. La segunda está formada por diez capítulos de dibujos técnicos, cada uno centrado en un componente específico de la silla de oficina. Además, se incluyen referencias entre la primera y segunda parte para que el lector pueda comprender más detalladamente las innovaciones que aporta cada silla.