Juicy Salif:
A veces los gestos más cotidianos tienen consecuencias imprevisibles. El día en que Philippe Starck dibujó los primeros bocetos de Juicy Salif en una servilleta de papel después de exprimir un limón sobre su plato de calamares, no creemos que pensara en ningún momento que aquel extraño objeto llegaría a convertirse en el exprimidor más famoso del mundo.
Sin embargo así fue y, este año, Alessi celebró durante la Milan Design Week el 25 aniversario de este objeto icónico para el mundo de diseño que ha centrado tantas conversaciones (a favor y en contra). Un icono reconocido a nivel internacional que forma parte de las exposiciones permanentes de numerosos museos de todo el mundo (desde el MoMA de Nueva York hasta el Centro Georges Pompidou de París) y ha aparecido en multitud medios de comunicación.
Dos ediciones especiales:
Para celebrar el aniversario, se han creado dos ediciones muy especiales: una en aluminio con un revestimiento cerámico blanco mate y una segunda, en bronce. La primera, explican desde Alessi, está dirigido a «todos los entusiastas del Juicy Salif» y el color blanco sirve para «enfatizar la forma del producto, destacándolo y subrayando su valor icónico».
La segunda, presentada por la prestigiosa Officina Alessi, está fabricada en bronce con una edición limitada de 299 exprimidores. Su originalidad subraya la fuerte aura artística que siempre ha caracterizado esta creación de Philippe Starck.
Fotografía: Jacopo Farina
La bandeja que se convirtió en exprimidor:
El comienzo de la historia de Juicy Salif fue el deseo de Alberto Alessi de enriquecer el catálogo de la firma con una nueva bandeja, un producto característico de la empresa desde que se fundó en 1921, y quería contar con la opinión de Philippe Starck del que, en principio, no recibió contestación.
Pasaron los meses y un día llegó a su oficina una carta desde Capraia, una isla de Italia que forma parte del archipiélago toscano. Dentro, Alberto Alessi encontró una servilleta de papel de un restaurante en la que el diseñador francés había dibujado varios bocetos para un nuevo exprimidor.
Starck había pasado las vacaciones con su familia en la isla y estaba exprimiendo limón por encima de un plato de calamares cuando la forma del molusco le dio la inspiración para la creación del Juicy Salif. Lo que pasó después es bien conocido.
Veinticinco años sin exprimir un limón:
Para celebrar el lanzamiento de las ediciones conmemorativas, también se ha preparado una publicación especial de Michele Cogo, que ya había preparado una primera con motivo del décimo aniversario. La revista recopila una parte de la gran cantidad de material que se ha acumulado sobre el Juicy Salif, incluidos artículos periodísticos, reproducciones gráficas y fotografías.
Sobre Philippe Starck:
Nacido en París, en 1949, Philippe Starck es uno de los diseñadores más prolíficos del mundo y su creatividad ha dado lugar a todo tipo de productos y espacios. Starck se formó en la Escuela de Nissim di Camondo, en la capital francesa y, en 1976, fundó su primera empresa de diseño industrial “Starck Product”, que más tarde fue rebautizada como Ubik.
Inventor, creador, arquitecto, diseñador, director artístico, Philippe Starck comenzó a ser conocido por el público en general a principios de la década de los 80. Una puerta que se abrió cuando el presidente François Mitterrand eligió su proyecto para decorar las residencias privadas en el Palacio del Elíseo. Al año siguiente, su fama se extendió internacionalmente gracias al éxito de Café Costes, una reinvención de los códigos del clásico café parisino.
En 1989, empezó a diseñar edificios en Japón con Nani Nani, un impresionante edificio antropomórfico cubierto con un material vivo que evoluciona con el tiempo. Después vinieron la torre de control del aeropuerto de Burdeos (1997), la boutique de Gaultier, en París (2002), numerosos restaurantes y hoteles. En el campo de la restauración figuran los restaurantes Teatriz (1988) y Ramses, en Madrid (2007), el de la Maison Bacarat, The Cristal Room Baccarat, en París (2004) o Lan, en Beijing (2007). Sus hoteles se encuentran en las principales ciudades del mundo: Clift, en San Francisco (2001), Faena en Buenos Aires (2005), Fasano, en Río de Janeiro (2007), Royal Monceau, en París (2010). Su último gran proyecto en España ha sido la reforma de La Alhóndiga de Bilbao (2010), un antiguo almacén de vinos y aceites convertido en centro cultural y de ocio.
Como diseñador industrial, Starck ha colaborado con los mayores fabricantes de diseño del mundo. Es autor, por citar una mínima parte de sus productos, de la famosa silla Ghost (Kartell, 2002), de colecciones para el baño (Duravit, Hansgrohe, Hoesch, Axor), la línea Privé para Cassina (2007), del conocidísimo exprimidor Juicy Salif, para Alessi (1991), del Optical Mouse, para Microsoft (2004)… además de la moto 6,5 para Aprilia, zapatillas inteligentes para Puma, ropa interior tecnológica, gafas basadas en las articulaciones del cuerpo humano, relojes para la firma Fósil, altavoces, discos duros externos, televisores e, incluso, mega-yates.
Todo este trabajo se ha visto recompensado por innumerables premios y apariciones en la prensa de todo el mundo que no cesan. Como dijo el propio Philippe Starck: “Mi padre era ingeniero aeronáutico. Para mí era un deber inventar.”
Sobre Alessi:
Alessi es una empresa familiar italiana, fundada en 1921, famosa por sus objetos de diseño lúdico para la cocina y el hogar, fabricados en plásticos de llamativos colores y acero inoxidable.
Sus más de 200 productos cuentan con la firma de los más prestigiosos arquitectos y diseñadores como Norman Foster, Frank Gehry, Zaha Hadid, Toyo Ito, Richard Meier, Philippe Starck o Ettore Sottsass, entre otros.
Información e imágenes facilitadas por Alessi
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