LA CASA DE LADRILLO:
Montreal es conocida por sus animados barrios y sus calles tradicionales, bordeadas de casas adosadas de dos y tres pisos que, a menudo construidas en la primera mitad del siglo XX, ya no se corresponden con los estilos de vida modernos. Actualmente y con la esperanza de preservar este rico patrimonio urbano, varios arquitectos están tratando de dar a estas viviendas una nueva oportunidad de vida.
Recientemente renovada, la Casa de Ladrillo se encuentra en una calle cercana al popular mercado Jean-Talon. Su profunda transformación, llevada a cabo por la firma de Natalie Dionne Architecture, el despacho que dirige la arquitecta junto a Martin Laneuville, implicó convertir lo que una vez fue un edificio de tres unidades en una generosa casa unifamiliar. Se abrieron los interiores, se introdujo la luz y el patio se convirtió en un encantador espacio donde reunirse o relajarse.
Abrir la casa al exterior.
Explica el estudio canadiense que «la intervención arquitectónica se entiende fácilmente desde la parte posterior del edificio». Aunque su intención inicial era preservar los elementos principales de la fachada, los arquitectos no tuvieron más remedio que reemplazar el ladrillo por completo. Esto les dio la oportunidad de integrar aberturas más generosas en la pared exterior. De acuerdo con la tipología existente, se insertaron cuatro ventanas alargadas en el piso superior, donde habían estado las aberturas originales. Cuidadosamente alineados con las nuevas ventanas, dos juegos de puertas plegables atraviesan el comedor y el área de la cocina.
Una chimenea ubicada en el centro, que ya no está en uso, ha pasado a convertirse en un objeto decorativo, lo que refuerza la composición de la fachada simétrica y le agrega un toque de fantasía. Con su ladrillo, que se deja visto dentro y fuera, la chimenea se convierte en un vínculo entre el pasado y el presente, lo viejo y lo nuevo.
Una gran sala de estar.
La planta baja de la vivienda se transformó en una gran y luminosa sala de estar, mientras que el primer piso se rediseñó para acomodar tres dormitorios y una amplia zona de baño. El gesto más teatral de los arquitectos fue introducir un volumen de dos pisos sobre el comedor. Como resultado de este movimiento, el dormitorio principal y el baño de arriba parecen estar flotando sobre la planta baja. Entre ambos volúmenes se insertó un pequeño «balcón».
Las aberturas interiores generan una serie de vistas inesperadas hacia el comedor, el patio trasero y el callejón cercano. El posicionamiento cuidadoso de las particiones del piso superior garantiza fluidez y transparencia de un espacio a otro. Los tragaluces instalados en el techo, en épocas anteriores, fueron totalmente renovados, trayendo luz natural sobre la escalera central y el baño de arriba.
Ladrillo, hormigón y superficies de madera.
Las paredes blancas contrastan con la fuerte presencia de ladrillo, hormigón y superficies de madera. Los tonos oscuros de los pavimentos y muebles de nogal, así como la textura de la chimenea proporcionan calidez al espacio. La elección de materiales nobles y una paleta tenue aportan calma y armonía a los interiores de estilo contemporáneos.
En la cocina y el comedor, el pavimento es de hormigón pulido y se mezcla con los adoquines de piedra de la terraza adyacente cuando las puertas se abren. El patio trasero se convierte así en una parte integral de los espacios de vida de la casa, particularmente durante las largas noches de verano cuando la familia y los amigos se reúnen.
Un patio flexible.
Liberado de elementos construidos, el patio está listo para convertirse en un jardín de flores o en un huerto urbano. Al callejón trasero, otra de las características de este vecindario, se accede a través de una gran puerta corredera.
Concluye el estudio, que la «Casa de Ladrillo» se entiende como una oda al rico patrimonio residencial de Montreal. Muestra cómo las casas tradicionales, que se encuentran en muchos sitios de esta ciudad, se pueden adaptar a las nuevas realidades». Asimismo es una demostración virtuosa de la capacidad de Natalie Dionne Architecture de hacer de la arquitectura una verdadera celebración del espacio y la luz.
LAS IMÁGENES DE RAPHAËL THIBODEAU:
FICHA TÉCNICA:
- Proyecto: La casa de ladrillo.
- Ubicación: Villeray, Montreal (Quebec / Canadá).
- Superficie: 172 m².
- Año: otoño 2019.
- Autor: Natalie Dionne Architecture.
- Equipo de diseño: Natalie Dionne, Rosemarie Faille-Faubert, Corinne Deleers y Martin Laneuville.
- Contratista: P.A. Construction.
- Ingeniero: Donald Arsenault (concepción estructural).
- Ebanista: Segabo.
- Fotografías: Raphaël Thibodeau.
PLANIMETRÍA:
Planta baja
Primera planta
Alzados
Sección
SOBRE NATALIE DIONNE ARCHITECTURE:
Dirigido por la arquitecta Natalie Dionne y su socio Martin Laneuville, el despacho canadiense Natalie Dionne Architecture ha recibido, en los últimos años, una atención generalizada por sus proyectos en el sector residencial.
Conocido por su capacidad de transformar interiores sin vida en espacios vibrantes, han renovado y construido varias casas en los barrios más antiguos de Montreal. Su profunda comprensión del tejido de esta ciudad y su stock de viviendas los ha llevado a buscar soluciones respetuosas e innovadoras en cada uno de sus trabajos.
Su primer trabajo significativo fue la U-House, que la firma diseñó como hogar / estudio en un espacio abandonado de Montreal. El estudio recibió un importante premio de arquitectura en ese momento, al igual que la T-House, construida en un entorno rural. Paralelamente a su actividad como arquitecta, Dionne ha realizado o participado en diferentes proyectos de instalaciones, cortometrajes, concursos y conferencias, solapando los campos del arte y la arquitectura. En el año 2009, recibió el Premio de Excelencia2008-2009 que entrega el Colegio de Arquitectos de Quebec en la categoría «Residencial Unifamiliar».
NATALIE DIONNE ARCHITECTURE EN INTERIORES MINIMALISTAS
Fuente: v2com.biz (Natalie Dionne Architecture)
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