APARTAMENTO DE PIEDRA:

Ubicado en un edificio a las afueras del Ensanche de Valencia, el bautizado como Apartamento de Piedra es un pequeño proyecto de Iterare Arquitectos, que devolvió a una familia la ilusión de vivir en su casa. Cuando era mucho más joven, la pareja había realizado una reforma y había tenido que convivir con sus fatales resultados hasta esta nueva intervención, planteándose, incluso, la compra de un nuevo piso.

Originalmente, el estado de la casa era desalentador: presentaba una distribución muy desorganizada, con mucho espacio dedicado a pasillos y disponía de un solo baño, lo que resultaba insuficiente para la pareja y sus dos hijas. Las niñas compartían habitación y su cuarto de juegos era, al mismo tiempo, el trastero. Además, un gran número de recovecos provocados por pilares, vigas, alineaciones… hacían la planta muy ineficaz. Tampoco a nivel de aislamiento térmico y acústico, la vivienda resultaba confortable.

Un audaz solución en piedra caliza.

Iterare planteó una intervención -audaz en su concepto- donde los materiales naturales -como la piedra caliza Crema Nova o la madera – y su cuidada puesta en obra se convirtieron en puntos centrales. Explica el estudio que «tras estudiar el proyecto, les propusimos una solución compacta que eliminaba cualquier espacio superfluo y que empleaba soluciones constructivas atípicas. Una solución muy arquitectónica, que resolvía varias cuestiones con un único esfuerzo».

Esta solución se materializó en un volumen de piedra, situado en el centro de la vivienda, que acoge el baño principal y un pequeño aseo. La mayor parte de su perímetro se levantó con piezas de piedra de 3 cm de grosor, que ejercen de estructura y acabado, ancladas al suelo, al techo y entre sí. Esto permitió realizar una tabiquería más estrecha que el habitual ladrillo + revestimiento y proporciona «una experiencia táctil y sensorial muy placentera que es la razón de ser del proyecto».

El despiece de la piedra facilitó, además, la introducción de tiras de vidrio intercaladas de 1 cm de espesor en la parte superior, que permiten la entrada y salida de luz en el mismo núcleo central. Las persianas de aluminio microperforado y las luminarias, realizadas a medida, terminan de modular la luz que baña las superficies de piedra.

Nueva distribución.

El diseño situó la zona de día en la fachada sur y comprende salón comedor y cocina, separados por el volumen que acoge los baños. Incorporar el aseo y una holgada ducha, también de piedra, resultó «un complicado encaje que se consiguió engarzando elementos entre baño, aseo y cocina, y ajustándose cuidadosamente a los recovecos existentes, requiriendo una notable supervisión en obra», explica Iterare.

En la nueva cocina, compacta y con electrodomésticos panelados, los sistemas de Arrital jugaron un gran papel para obtener espacio extra. En la misma línea de optimizar el espacio, se aprovechó el paso entre cocina y comedor para transformarlo en una despensa equipada que, asimismo, matiza los accesos a las piezas de baño y aseo.

En la fachada este, se dispusieron las habitaciones, esta vez con una habitación dedicada a cada niña, además del  dormitorio principal en el que se aprovechó una circulación inevitable para incluir un vestidor.

Confort térmico y acústico.

Las claras deficiencias energéticas de la vivienda como consecuencia de las ventanas de escasa calidad, que provocaban grandes pérdidas y ganancias térmicas, o el mal aislamiento también fueron solventadas: se realizaron trasdosados en todas las fachadas, se instalaron nuevas ventanas con vidrio laminado interior y exterior,  con cámara y rotura de puente térmicos. Al mismo tiempo, los vidrios laminados de distintos grosores proporcionan gran aislamiento acústico que se traduce en un gran confort interior, sin que sea perceptible el ruido de los vehículos.

Las nuevas ventanas también enmarcan las vistas disponibles y sus grandes dimensiones permiten que la luz natural inunde los interiores, ampliando en gran medida la percepción del espacio. Concluyen los autores del proyecto que «el carácter de una obra arquitectónica depende, en gran medida, de cómo se maneja su luz. Ésta puede contenerse con superficies opacas, filtrarse mediante vidrios, elementos translúcidos o celosías. Se puede incluso modular con una entrada directa o difusa mediante la definición de sus huecos. Así, reconocemos un espacio por el modo en que la luz baña las superficies y desvela sus materiales. Los tabiques autoportantes de caliza pulida del apartamento resuelven con solvencia la distribución, pero es la luz que en estos se refleja lo que nos genera un recuerdo: la tez moteada de la piedra como telón de fondo de la vida en la casa.»

LAS IMÁGENES DE DAVID ZARZOSO:

FICHA TÉCNICA:

• Proyecto: Apartamento de piedra.
• Ubicación: Valencia (España).
• Año: 2020.
• Autor: Iterare Arquitectos.
• Equipo de proyecto: Lidón Sánchez.
• Piedra caliza: Crema Nova (José Buendicho).
• Carpinterías: aluminio lacado negro con rotura de puente térmico, vidrio doble laminado interior y exterior, con cámara COR 60 RPT (Cortizo).
• Persianas: lama de aluminio microperforada PM-45 (Jiménez Ganga).
• Revestimientos: trasdosados de cartón yeso con aislamiento de lana de roca.

Pavimentos:

• Baños y cocina: piedra caliza de 2 cm de espesor.
• Resto de espacios: tarima multicapa roble (Meinster).

Baños:

• Platos de ducha y mamparas a medida: en piedra caliza, espesor 2 y 3 cm.
• Inodoros suspendidos: Meridian convencional y compact (Roca).

Particiones núcleo: piedra caliza suelo a techo (2,80 m), espesor 3 cm, machihembrada.

Cocina:

• Mobiliario: suministrado por Arrital, con tablero melamínico termoconformado hidrofugado.
• Electrodomésticos: de Balay.
• Campana integrada en mueble: de NOVY.

Calefacción y climatización: equipos de AACC convencionales, por conductos.

Fotografías: David Zarzoso.

PLANIMETRÍA:

SOBRE ITERARE ARQUITECTOS:

Fundado por los arquitectos Rubén Gutiérrez y Pedro Ponce, Iterare toma su nombre de un término heredado de los principios de la geometría fractal, descubierta por el matemático Benoît Mandelbrot durante la década de los años setenta. Ésta misma, que rige la naturaleza y explica cómo es capaz de alcanzar su propia definición, se inicia con una primera iteración -a grandes rasgos una repetición- que continúa infinitamente hasta dar lugar a la asombrosa complejidad del universo. De ahí que, para nosotros, Iterar represente una particular aproximación al problema de la arquitectura y el diseño; y, de un modo más general, a la cuestión misma del habitar.

Esta intuición, que lleva a la imitación de los procesos de gestación de lo natural en el actuar del hombre, impide la superflua desviación hacia las modas, los sistemas o las ideas. Se limita así a un proceso de depuración sistemático del pensamiento y la práctica; sin detenerse al alcanzar un estilo fijo, un método de trabajo o una respuesta concluyente.

Con estos principios, el estudio desarrolla proyectos de arquitectura que abarcan todas las escalas y, de igual forma, aborda el diseño en todos sus ámbitos. La actividad del estudio se extiende bajo las mismas premisas a campos transversales como la investigación o el arte.

ITERARE EN INTERIORES MINIMALISTAS

Fuente: Iterare