ÁTICO EN BERGA:
¿Qué hacer cuándo te piden repetir exactamente lo mismo que había antes y la escalera, el ascensor, los patios, los desagües frustran incesantemente la posibilidad de cambiar la articulación de los espacios?. Ésta es la pregunta a la que se enfrentó el interiorista Agustí Costa a la hora de reformar este ático, construido aproximadamente en 1975, cuando sus propietarios le pidieron exactamente el mismo programa funcional que existía en la vivienda original.
El lugar donde debía proyectarse el nuevo piso era bastante precario, con paredes sencillas sin aislamiento y un exceso de compartimentación. Además, la caja de escalera, el ascensor y dos patios de ventilación, situados en medio de la vivienda, impedían conectar las dos partes.
A ello, se añadían una estructura de paredes de carga, que impedía crear espacios abiertos e intercomunicados, y la habitual dependencia de los desagües que, en este caso, obligó a colocar el baño en la que hubiera sido la zona de conexión entre las dos zonas de la planta.
Conservar el programa funcional existente.
Los propietarios, un matrimonio mayor y su hija, deseaban que la vivienda continuase teniendo recibidor, cocina, sala-comedor, despensa, cuatro dormitorios (uno convertido en cuarto de plancha), dos baños y un espacio de lavadero con acceso desde la terraza.
Las ideas convencionales sobre el espacio doméstico de los clientes y todo lo demás exigieron hacer uso de la pedagogía y de la persuasión para «conseguir un resultado que lograra mejorar la calidad ambiental de los espacios sin confiarla sólo a los materiales». El reto era: ¿Cómo primar la riqueza espacial sobre los objetos en esas condiciones?.
Una vez aceptado que sería imposible realizar cambios sustanciales en la distribución, se apostó por tirar todas las paredes -a excepción de las de carga- para introducir retoques con los nuevos tabiques que dimensionaban mejor las nuevas estancias y corregían defectos de circulación.
Mejorar el aislamiento térmico.
La falta de aislamiento térmico se solucionó trasdosando con pladur y poliestireno todas las paredes sin cámara de aire de las fachadas y patios y, en el techo bajo cubierta, con fibra de vidrio. Toda la carpintería exterior se sustituyó por otra con vidrio aislante y, en el comedor y la sala de estar, se abrieron dos pequeñas aberturas cuadradas que aumentan el campo visual hacia el exterior, sin perjudicar, ni tan solo mínimamente, la estructura de la casa.
Para conseguir la mayor interrelación espacial y llevar la luz al centro de la vivienda, la acción principal consistió en ampliar el acceso a la cocina y construir volúmenes bajos tanto en el mueble que separa el comedor de la entrada como en el central que encierra el baño.
La madera clara, en el primer caso, y el tablero DM pintado de diferentes colores, en el segundo, hacen de ellos elementos visualmente ligeros. La terminación de cristal transparente que llega hasta el techo, en el baño, permite alargar la visión hasta el patio interior y enriquecer la planta con sensaciones de luz.
Los gustos tradicionales del cliente.
Los gustos más convencionales del cliente han influido en el mobiliario en madera de arce natural, el parquet de roble natural, la chimenea de plancha de acero oxidada y los colores del cubo del baño principal. Elecciones compatibles con el tratamiento blanco del resto de la vivienda y que compensan la pequeña pérdida de privacidad que han supuesto las soluciones adoptadas en el centro de la casa, más abiertas que en el resto de la vivienda.
La cocina de diseño, a medida y con todo el equipamiento necesario, dispone de una agradable zona donde comer que mira al exterior. El pavimento de parquet de esta estancia crea una secuencia homogénea junto al salón y al comedor. Especial interés tiene el efecto causado sobre el acceso a la vivienda, el hecho de conservar el antiguo hueco de una puerta, ahora convertido en pantalla con un vidrio fijo que transmite la luz natural de las dos ventanas situadas en la despensa.
Los dos baños, revestidos con gresite de 2×2 cm, comparten características como la iluminación empotrada sin aro aparente, la ducha enrasada con el pavimento y el color del techo. La parte superior de las paredes del baño principal están rematadas con vidrio transparente que amplía la visión hacia el exterior.
Luminarias de Coderch y Barba Corsini.
Toda la iluminación general es indirecta y está alojada en cavidades del falso techo, creadas para adaptarse a los planos y accidentes de la estructura del forjado. De forma puntual, algunas conocidas luminarias (Coderch, Barba Corsini…) ayudan en actividades como leer o comer. Casi toda la iluminación es dimerizable.
El mobiliario ha sido diseñado expresamente para esta ocasión, consensuadamente con los usuarios, que han demostrado confianza e interés en el desarrollo de este proyecto y una voluntad de aprehensión de los criterios manejados durante su proceso. Para conseguirlo, el intercambio diseñador-cliente ha sido exhaustivo durante el proceso.
LAS IMÁGENES DE ADRIÀ GOULA:
FICHA TÉCNICA:
- Proyecto: Ático en Berga.
- Ubicación: Berga (Barcelona / España).
- Superficie útil interior: 114 m².
- Superficie terraza: 106 m².
- Año: 2013.
- Autor: Agustí Costa.
- Fotografías: Adrià Goula.
PLANIMETRÍA:
SOBRE AGUSTÍ COSTA:
Agustí Costa dirige el estudio de interiorismo y arquitectura técnica que lleva su nombre Estudi de disseny Agustí Costa. Practica un método de trabajo riguroso y racional, pero al mismo tiempo manifiesta una gran predilección por los aspectos sugestivos del diseño, es decir, por todos aquellos componentes que estimulan la capacidad sensorial. «Creemos en las formas simples, las ideas consistentes y el poder del diseño para mejorar la calidad de vida, de acuerdo con los signos culturales del tiempo».
El equipo se completa con Vicenç Tolosa, arquitecto técnico, que se encarga del día a día del estudio, y colaboradores pertenecientes a diferentes disciplinas: arquitectura, diseño interior, infografía, ingeniería de instalaciones y arquitectura de estructuras.
Fuente: Agustí Costa
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