REFORMA EN SANTS:
Reformado por midori arquitectura, este piso centenario en el popular barrio de Sants, en Barcelona (España), vio como sus obsoletos interiores se convertían en una vivienda llena de luz, donde la funcional distribución se viste con un cálido estilo, en el que priman la madera, el color blanco y la recuperación del techo de bovedilla y parte del antiguo mosaico hidráulico.
En su estado original y debido a la falta de mantenimiento, el piso se encontraba en mal estado, con instalaciones anticuadas, patologías estructurales que se habían agravado con el paso de los años y una distribución muy desafortunada, con un largo pasillo que se ensanchaba para dar lugar a un espacio sin ningún uso definido, dos estancias interiores sin iluminación ni ventilación naturales, y una habitación a la que se accedía a través de otra.
Poner en valor elementos distintivos de la vivienda
El proyecto, que resolvió estos puntos y buscó poner en valor los elementos distintivos de la vivienda, se vio condicionado por la geometría alargada de la planta y la posición de los bajantes comunitarios de aguas residuales. El primer factor hacía difícil aprovechar la parte central del piso, especialmente si se tiene en cuenta que la finca no dispone de patios interiores donde abrir ninguna estancia. El segundo impedía situar la cocina y baños lejos de los bajantes existentes.
En consecuencia, los dormitorios se mantuvieron en la fachada que da a la calle y la sala de estar en la fachada interior de manzana, y se liberó el espacio de la galería llevando la cocina abierta al estar. El baño se conservó en la misma posición, aunque se amplió ligeramente su superficie, creando así un bloque de piezas húmedas adyacente a la medianera, que deja libre el resto de espacio para las demás estancias.
Un techo de vigas de madera y bovedilla cerámica visto
La rehabilitación también supuso una actuación estructural. Los derribos revelaron la existencia de un forjado de vigas de madera y bovedilla cerámica en bastante buen estado, que se dejaron vistos para ponerlos en valor. Sin embargo, debido a la edad del edificio y a que se derribaron todos los tabiques interiores, que, a pesar de no ser portantes, contribuían a controlar la deformación del forjado, se colocó una nueva viga parteluz de fachada a fachada, que atraviesa el piso en sentido longitudinal.
Añade el arquitecto Albert Montilla, autor del proyecto, que «debido a la longitud del piso, se colocaron dos vigas transversales que sirven de soporte a la viga parteluz. Éstas dos vigas se situaron coincidiendo con las divisorias interiores. Estos soportes, se instalaron unos 60 cm por debajo de la viga parteluz y se unieron a ésta mediante unos pequeños perfiles de acero, que actúan como pilares. Esta separación permite tener un espacio sobre las particiones que deja pasar la luz natural de ambas fachadas hasta el centro de la vivienda y permite percibir de punta a punta todo el forjado de bóveda cerámica original».
El color verde como concepto vertebrador del espacio
Para garantizar su estabilidad ante un posible fuego, la viga parteluz se recubrió con un cajón de cartón-yeso que se descuelga hasta la cota de las vigas de soporte, dando la apariencia de un gran soporte estructural apoyado sobre otros dos soportes. Este elemento sirve de hilo conductor de toda la intervención, atravesando longitudinalmente todo el espacio y acompañando la secuencia de estancias.
Este eje longitudinal se destacó con un remate de DM hidrófugo en su lado inferior, utilizando el color verde como concepto vertebrador del espacio. Además, este eje se utiliza como paso de las instalaciones de electricidad y para ubicar las luminarias de las diferentes estancias, manteniendo el techo libre de cableado y elementos que puedan entorpecer la percepción del techo original.
Una bella alfombra de mosaico hidráulico
También fue posible recuperar una parte del mosaico hidráulico de algunas estancias, descubierto al arrancar el pavimento porcelánico que lo cubría. Las piezas en mejor estado se reutilizaron en el centro de la vivienda, convirtiéndolas en una bella alfombra que remite al paso del tiempo y a una apreciada técnica de fabricación artesanal centenaria. Esta parte de la vivienda se reivindicó como un espacio polivalente que puede utilizarse como comedor, estudio o habitación para invitados y que disfruta de la luz natural que pasa por las ventanas interiores sobre las vigas de soporte.
«La polivalencia de este espacio viene realzada por el cerramiento móvil que permite dar intimidad a esta zona cuando es necesario. Es por tanto una intervención respetuosa con las preexistencias, que mantiene elementos originales que merecen ser puestos en valor, mejorando todo lo que no se ajustaba a las nuevas necesidades o a los actuales requerimientos funcionales», concluye Albert Montilla, director de midori arquitectura.
LAS IMÁGENES DE JUDITH CASAS:
FICHA TÉCNICA:
- Proyecto: Reforma de un piso en el barrio de Sants.
- Ubicación: Barcelona (España).
- Superficie: 64 m².
- Completado: 2023.
- Autor: Albert Montilla – midori arquitectura.
- Cocina: Cubro.
- Reloj: Besonder Design.
- Plantas: kokedamu.
- Fotografías: Judith Casas.
CONCEPTO:
PLANIMETRÍA:
AXONOMETRÍA:
SOBRE MIDORI ARQUITECTURA:
Midori arquitectura es un joven despacho con sede en Barcelona (España). Está formado por Albert Montilla, arquitecto por la ETSA de Barcelona y experiencia en despachos de la ciudad condal, Zúrich y Nueva York. Centra su actividad en las reformas de espacios interiores en viviendas, espacios de trabajo y oficinas, así como el diseño museográfico y expositivo, y la concepción y ejecución de instalaciones artísticas para festivales de arquitectura efímera.
Fuente: Albert Montilla (midori arquitectura)
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