FRANCESCO ROTA:
El diseñador Francesco Rota (Milán, 1966) y la firma de mobiliario Paola Lenti forman un maravilloso tándem desde hace 25 años. Esta colaboración, que nació en 1998, ha dado como fruto excelentes piezas que han animado interiores y exteriores gracias al estilo inconfundible de la empresa que lleva el nombre de su fundadora. Algunas de estas piezas son la chaise longue Linea, diseñada en fieltro el mismo año en que se conocieron y reconocida con la Mención de Honor del Compasso de Oro en 2001, la informal easy chair Float (2007), el sofá modular Atollo, la butaca Ami, la silla Kiti o su colección más reciente, Kiori.
Con ocasión de este 25 aniversario, la tienda MINIM Barcelona, distribuidor en España de Paola Lenti, acogió un encuentro con el diseñador milanés quien habló de esta longeva relación, compartiendo anécdotas y curiosidades. En la charla que pudimos mantener con él personalmente, Francesco Rota nos habló también de su trabajo para la firma de mobiliario y alfombras, pero también de cómo llegó al mundo del diseño, de su forma de trabajar o de cuáles han sido los productos que el tiempo ha convertido en favoritos a lo largo de una larga y multidisciplinar trayectoria profesional en la que también ha diseñado lámparas, interiores, stands y proyectos especiales.
LA ENTREVISTA:
- ¿Cuándo y cómo descubriste tu vocación por el diseño?
Es una historia un poco larga. Desde pequeño, siempre sentí una gran pasión por el diseño, pero a medida que fui creciendo y tuve que elegir ir la universidad, decidí seguir el negocio familiar dedicado a los seguros y me formé en esa dirección. Luego, comencé a trabajar con mi padre, pero al cabo de unos años, aunque me iba muy bien y ganaba mucho dinero, sentí que lo que estaba haciendo no me gustaba, no me satisfacía. Me fascinaban los objetos y decidí buscar una universidad donde formarme para poderlos diseñar, pero ya no en Italia, sino en el extranjero. La universidad italiana en ese momento me parecía demasiado dispersa y yo necesitaba tener una experiencia más fuerte, más concisa, más pragmática y también más corta en el tiempo, porque ya tenía 25 años.
Elegí una universidad americana que tenía una delegación en Suiza y, en tres años, me gradué. Fue una experiencia increíble porque, a diferencia de la universidad europea, te permitía profundizar mucho más en la temática relacionada con el diseño y, sobre todo, tenía un aspecto sumamente pragmático para aprender a trabajar realmente los productos. Si bien entonces las universidades italianas eran muy teóricas, ahora, después de 30 años, están empezando a formar mejor a los estudiantes, dándoles herramientas como un laboratorio para poder estudiar en tres dimensiones los proyectos que desarrollan.
En los años 90-91, en mi universidad, ya teníamos un laboratorio muy importante donde se trabajaba el hierro, el metal, la pintura, el termoformado, la soldadura, la madera … El laboratorio es parte fundamental del aprendizaje porque te da una dimensión, te deja tocar los materiales con las manos y trabajar con ellos. La idea que tienes en tu cabeza se traduce al papel, pero luego debe convertirse en un objeto tridimensional.
Mampara Kiori para Paola Lenti. Fotografía: Sergio Chimenti
- ¿Disfrutas de la misma manera diseñando un producto que un espacio interior?
Son dos maneras muy distintas de diseñar. A mí, diseñar un producto me resulta extremadamente fascinante y me refiero a cualquier producto, no solo a mobiliario. Miras el objeto con una gran «lupa» porque estás haciendo un estudio más profundo y detallado. Se presta atención al mecanismo, al tornillo que lo mantiene unido, a las piezas, a las superficies del material, se trata de un objeto visto muy de cerca.
Cuando diseñas un interior está claro que trabajas en un entorno mucho mayor, pero si te has formado para diseñar productos puedes prestar más atención a los interiores, porque estás acostumbrado a diseñar los detalles, se tiende a ser muy detallado. Un diseñador de interiores tiene una visión global y un diseñador de producto tiene una visión mucho más cercana, tanto del objeto completo como del detalle.
El diseño de interiores es interesante porque, básicamente, diseñas productos que terminan formando parte de un proyecto de interiorismo y es muy bonito pensar en ambas cosas a la vez. Cuando presentas el diseño de un producto ya te imaginas dónde se puede colocar e intentas darle versatilidad para que pueda funcionar en diferentes ambientes, pero, por otro lado, hay al menos dos o tres posibilidades que están en mente de cómo se podría presentar. Al igual que en el producto, el diseño interior es infinito, puede haber infinitas soluciones y es muy interesante la interpretación que uno puede hacer. En definitiva, tengo que decir que me gusta todo el mundo del diseño.
- ¿Qué es para ti un buen diseño?
Definitivamente, un buen diseño es lo opuesto a un mal diseño, es decir, a un diseño inútil. Los diseños inútiles se hacen sólo con fines decorativos. El buen diseño se puede describir como un diseño de calidad. El diseño de calidad debe serlo tanto en términos de calidad de pensamiento, calidad de producción, calidad en el diseño, en los materiales… todo esto es la base de un buen diseño.
Actualmente, el buen diseño también tiene en cuenta la sostenibilidad. El hecho de utilizar materiales que provengan del reciclaje y/o sean reciclables es, sin duda, un punto importante. Pero en mi opinión, el buen diseño también debe pensarse en términos de durabilidad, que está ligada a la calidad de los materiales, pero también a la calidad del diseño.
Si el diseño no está vinculado a la moda, puede vivir para siempre. Si está vinculado a la moda, después de un año o dos, cuando se acabe esa moda, querrás reemplazarlo por otro. Si no te fijas en las modas y eres un poco visionario del potencial que tiene un producto, puede durar mucho tiempo, por lo que no es necesario reemplazarlo. Y esto también es una buena actitud hacia el tema de la sostenibilidad, que sin duda es un tema vinculado al buen diseño.
Los diseños que se convierten en piezas icónicas, que permanecen para siempre, muchas veces son menos exuberantes, menos brillantes y están menos de moda, sin embargo, tienen la posibilidad de durar mucho más en el tiempo.
Sofá modular Atollo Next, diseñado para Paola Lenti. Fotografía: Sergio Chimenti
- ¿Qué proceso creativo sigues cuando una empresa te encarga el diseño de un producto?
Podríamos decir que existe una base común para todos los proyectos que puede repetirse en cada empresa, lo mismo ocurre con un cliente que te encarga un espacio residencial, por ejemplo.
Lo primero que hago es un análisis. Observo el tipo de empresa que es, es decir, la identidad y el potencial de la marca. El potencial de la marca se puede ver a través del tipo de producción de la empresa y esto lo ves en la maquinaria. Un tema son las instalaciones, la facilidad de uso de los equipos y luego está la capacidad de la empresa en términos de explorar nuevas posibilidades, nuevas oportunidades.
Después, hago un análisis de la competencia, es decir, un estado de la situación, hay que entender lo que sucede en el entorno. En todas las empresas que me encargan un diseño, veo cómo presentan sus productos, veo su valor, de qué materiales están hechos, me construyo un conocimiento de ese mercado para poder definir después hacia dónde ir. A mí, me gusta entender el mercado de cada empresa y del producto que estamos desarrollando porque no quiero diseñar algo que ya existe.
La investigación es para crear algo nuevo. Todo lo que ya existe no debe servir de inspiración para hacer algo, sino para crear otra cosa.
- ¿Cómo se consigue mantener una colaboración continuada de 25 años con una empresa?
Empezar a colaborar con Paola Lenti fue un motivo de orgullo. Trabajar con una firma durante tanto tiempo significa que hemos sido capaces de trabajar juntos, cometer errores juntos, hacer las cosas bien juntos, compartir un proyecto común y que cada uno participe con su aporte.
Paola nació como diseñadora gráfica, yo, como diseñador industrial y, por tanto, a los dos nos encanta el diseño, nos encanta el desafío, y creo que poner toda nuestra energía en lograr un resultado es una característica común. Paola es una creativa pero también es la empresa, por eso, a veces, trabajamos codo con codo como dos diseñadores, pero en cualquier caso ella es mi clienta. A veces trabajamos juntos compartiendo el diseño y otras trabajo como consultor y ella como empresa.
Es interesante esta doble posición, pero como dije antes, trabajar juntos durante 25 años requiere paciencia en los momentos difíciles, paciencia para los momentos en los que las opiniones son diferentes y distanciadas. Y también requiere una gran determinación, pero la verdadera fuerza que nos ha hecho trabajar tanto tiempo juntos es tener un objetivo común, amar el diseño y esto, ciertamente, lo compartimos los dos.
Los diferentes puntos de vista te permiten distanciarte y, de alguna manera, te permiten pensar de nuevo. Hace que te replantees un poco lo que propones y se convierte en un motivo de mejora, de superación de ciertos obstáculos.
- El primer producto que diseñasté para Paola Lenti fue la chaise longue Linea, en 1998, un producto arriesgado, fuera de las tendencias del momento. ¿Cómo funcionó?
Arriesgado es un término correcto que define muy bien lo que hemos hecho Paola y yo durante tanto tiempo. Éramos osados, arriesgados, dijimos hagámoslo sin limitaciones, sin pensar en un mercado al que responder, sin pensar en cuánto costaba el producto. Lo hicimos por la ilusión de hacerlo, porque creíamos en ello, porque pensamos que era lo acertado y también porque era algo que no se encontraba en el mercado.
La decisión de explorar el mundo exterior, que prácticamente no existía o existía muy poco, supuso un riesgo enorme también porque, al final, desarrollamos una empresa que tenía que instruir y enseñar a sus propios proveedores las prestaciones del material. Hacer creer al mercado que estos productos, fabricados con unos materiales seguros, podían funcionar en un entorno difícil y exigente como el exterior.
Así que definitivamente era un riesgo y sigue siéndolo. Era entusiasmo, el riesgo también lo daba el hecho de que investigar sobre cosas nuevas, asusta. Lo nuevo da miedo, no es algo seguro. Como empresa, desde el punto de vista editorial, se debe tener el coraje para afrontar cosas nuevas. Y, por otro lado, yo, como diseñador, debo tener el coraje de proponer cosas nuevas para llegar a un resultado.
Chaise longue Linea, editada por Paola Lenti. Fotografía: Sergio Chimenti
- La creación de materiales innovadores, resistentes a las inclemencias meteorológicas, abre otro mundo para el diseño de mobiliario exterior. ¿Cómo fue para ti empezar a diseñar este tipo de mobiliario?
Fue muy bonito porque había poquísimo mobiliario de exterior en ese momento y todo lo que había era teca, ratán y plástico. Fue maravilloso porque era un mundo a explorar completamente, aunque, por otra parte, me gusta trabajar cuando tienes un límite.
Por otro lado, ha sido una oportunidad para explorar este mundo libremente. Llevar la confortabilidad del mobiliario interior al mobiliario exterior fue una actitud totalmente innovadora, respaldada por las prestaciones de los materiales. Se tenía que formar a tus propios proveedores para asegurarles de que esos materiales podían rendir y tendrían éxito.
A la hora de seleccionar a un proveedor importante tienes que compartir tu proyecto, con algunos tendrás más éxito que con otros, pero a nosotros esto nos ha dado recompensas, resultados y el éxito que siempre hemos tenido.
- ¿De todos los productos que has diseñado para Paola Lenti, hay alguno al que le tengas especial cariño?
Es una cuestión un poco difícil de contestar porque como he diseñado muchos, hay un grupo muy grande de objetos que me gustan. Digamos que hay un grupo muy grande de objetos con un diseño muy nuevo y otros que, tal vez, los actualizaría, no los tiraría, pero los pondría un poco al día.
Si pienso en la mesa de interior Kanji, me parece un diseño que salió muy bien. Ha sido fantástico hacer esta mesa que es elegante y que lleva consigo un concepto que también forma parte de mi equipaje, de mi herencia cultural, que son mis viajes por Japón. De hecho, se llama Kanji porque está inspirada en los techos de los templos japoneses. Los techos de estos templos tienen unas vigas muy cuadradas que sobresalen de la armadura de la fachada y tienen la parte final pintada de blanco para que el moho y los hongos no entren activamente.
A partir de ahí surgió esta idea. Me fascinó tanto, que cuando tuve que diseñar una mesa, dije, tengo que tener dos elementos y una viga donde se apoye la mesa. Ésta es la mesa Kanji, aunque, finalmente, la cabeza de la viga no se pintó de blanco.
También la chaise longue Linea porque fue el primer proyecto que hice con Paola y ha tenido un buenísimo resultado, así como Wave que es la misma Linea hecha para exterior y fue el primer paso hacia el mobiliario outdoor. Pero como productos de exterior, tengo que mencionar también los primeros que hicimos como Surf, Sand, Cove, Wabi, Sabi, Frame…
Se trata de diseños que todavía siguen funcionando muy bien en el sentido de que 10 o 15 años después siguen estando muy presentes en el mercado y no necesitan revisiones. En realidad, uno sigue trabajando en los diseños, el diseño de un producto siempre continúa, nunca se detiene ahí, al cabo de unos años quizás insertas un nuevo acabado, un material y, en el caso de esta firma, los materiales son fundamentales porque son verdaderos productores. Por lo tanto, en el momento en que se introduce un nuevo material, vuelven a mirar el catálogo para ver si también se puede aplicar allí. Es interesante reelaborar un diseño y funcionar con nuevos materiales.
Así que, proyectos exitosos, no desde el punto de vista económico sino desde el punto de vista de ampliación del mercado y de que fueron los primeros diseños para interior, serían Linea y Atollo, que también tuvieron una gran respuesta cuando iniciamos las colecciones de mobiliario para exterior en 2003. Los productos con más éxito han sido también Cove, Sabi, Frame, Float y Ami, que no son un único producto, son familias de productos que funcionan muy bien.
Mesa Kanji para Paola Lenti
- ¿Cuántos sofás has diseñado a lo largo de tu carrera? ¿Hay algún tipo de sofá que no hayas diseñado todavía?
He hecho muchos. Podría empezar a enumerarlos aunque me llevaría una hora. Por otro lado, me encanta abordar diferentes proyectos y, aunque podría llegar a ser muy famoso por los sofás, me aburriría mucho diseñando solo esa clase de mobiliario. Por eso, me gusta medirme con diferentes proyectos.
Me gradué en diseño industrial, pero luego, de forma autodidacta, empecé a diseñar interiores, gráfica y packaging, hago consultoría para empresas, dirección artística y dirección estratégica. Todos están vivos, adquiridos a través de la experiencia, pero inventados porque no los aprendí de nadie. Todo esto quiere decir sensibilidad, determinación, querer estudiar, prepararse, saber escuchar, ver lo que sucede a tu alrededor.
Como tengo esa gran curiosidad por abordar nuevos proyectos, hacerlo sólo con sofás me aburriría enormemente.
Y un sofá que todavía no he diseñado es un sofá que vuele, ese es el gran sueño. A veces, con Paola de repente hablamos del sofá volador, pero también de la alfombra voladora, que es otra idea. Una alfombra que vuele por el espacio. Es una referencia un poco fantasiosa, pero, en realidad, le vamos dando vueltas para hacerla realidad. Una forma sería hacer las patas cada vez más pequeñas o meterlas dentro para que parezca que vuela.
Al igual que el sofá, la cama voladora también es muy interesante. La colección Shibui está realizada con travesaños de madera torneada, es una cama grande, como si fuera una hamaca rígida revoloteando en el espacio, es para exterior. Me gusta hacer flotar las piezas en el espacio porque te da esa idea de ligereza. A mí me encantan los productos ligeros, por eso quería hacer este diseño.
Sofá Plus para Lapalma
SOBRE FRANCESCO ROTA:
El diseñador de interiores e industrial Francesco Rota vive y trabaja en Milán (Italia), ciudad donde nació en 1966. Tras graduarse en Diseño Industrial en el Art Center College of Design en La Tour de Peilz (Suiza), abrió su propio estudio en 1998. En él, realiza proyectos de interiorismo (showrooms, oficinas, viviendas), diseño (mobiliario, iluminación y productos) y exposiciones.
A lo largo de los años, el diseñador ha colaborado con firmas conocidas internacionalmente como Alchemy, Arketipo, Bals Tokyo, Barilla, Fiat, Frag, John Richmond, Knoll International, KME Italy Lapalma, Lema, Living Divani, L’Oreal Paris, Malo, Mercedes Benz, Moroso, Paola Lenti, Oluce y Versus. Desde 2013, es director de arte de Lapalma.
Los auténticos valores del diseño italiano (comodidad, simplicidad, funcionalidad y atractivo visual) son una parte integral de la filosofía de Francesco y están presentes en todas sus obras. A menudo se inspira en la belleza de los procesos de producción industrial, así como en la estética de diseños icónicos populares.
Francesco Rota ha recibido los mejores premios del sector diseño (Good Design 2016, Red Dot 2016 y 2017, WallPaper* Design Award 2017, Interior Design Best of the Year 2014), incluidas tres menciones honoríficas en los premios Compasso d’Oro por la chaise longue Linea, el sofá Island y el sistema de asientos ADD, que forman parte de la colección histórica de estos prestigiosos galardones del diseño industrial italiano. Además, sus trabajos han formado parte de exposiciones y de eventos realizados por instituciones internacionales como la Bienal Internacional del Diseño de St. Etienne, la Feria de Hanover, la Triennale de Milán o la Royal Academy of Arts de Londres.
Francesco Rota y Paola Lenti se conocieron a finales de los años 90, gracias a unos amigos en común. Por aquella época, la compañía aún era pequeña, pero ya existía una fuerte apuesta por la investigación de materiales, se experimentaba con hilos y tejidos, con el objetivo de crear nuevas formas y tonalidades. Una de las ideas que Paola Lenti tenía en mente era dar forma tridimensional al fieltro, el tejido compacto con el que creaba sus alfombras. Fue entonces cuando encontró en Francesco Rota al colaborador perfecto.
En 1998, la feria Maison et Objet de París supuso el lanzamiento de sus primeras creaciones conjuntas: el sofá Atollo y la chaise longue Linea. Ambas estaban revestidas de fieltro y destinadas al uso interior. El éxito fue inesperado y Linea acabó recibiendo la Mención de Honor del Compasso d’Oro en 2001.
El lanzamiento del exclusivo hilo técnico Rope, en 2002, marcó la entrada de Paola Lenti en el mundo del mobiliario exterior. En 2003, lanzó su primera colección de textiles outdoor y Francesco Rota interpretó este nuevo material aportando un revestimiento diferente a Linea, que se reformuló bajo un nuevo nombre: Wave, la primera chaise longue de carácter textil adaptada al aire libre. Para celebrar el cuarto de siglo de colaboración, así como los veinte años de la entrada en el mercado outdoor, Paola Lenti ha creado una versión especial de dos chaise longue icónicas. Por un lado, Linea (1998) que se ha revestido con un fieltro estampado, original de los años 90. Por el otro, Wave, que se viste ahora con un nuevo tejido elaborado artesanalmente en hilo twitape, de inspiración tradicional japonesa.
FRANCESCO ROTA EN INTERIORES MINIMALISTAS
PAOLA LENTI EN INTERIORES MINIMALISTAS
Paola Lenti y Francesco Rota. Fotografía: ©Paola Lenti
Retrato de Francesco Rota e imágenes de Paola Lenti: cortesía de MINIM
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