CASA OLIVAR:
Proyectada por el arquitecto Matteo Ferrari en colaboración con la diseñadora Carlota Gallo, la Casa Olivar fue rescatada de un estado ruinoso para hacer de ella un espacio equilibrado y en calma en el barrio madrileño de Lavapiés. La vivienda, y hogar de la pareja de diseñadores, fue concebida como un «objeto vivo» en continua transformación que pudiera acoger diferentes etapas y usos.
En este espacio de 60 m², dividido en planta baja y sótano, fueron rescatados los rasgos identitarios de la arquitectura, proporcionando una nueva narrativa. Sus autores lo describen como «un espacio ‘no urbano’, un refugio sensorial para reencontrarnos con nosotros mismos, regular las emociones y despegarnos del ajetreo del mundo exterior».
Minimalismo cálido y continuidad espacial
La bautizada como Casa Olivar se caracteriza por un minimalismo cálido y la continuidad espacial, donde se han utilizado materiales artesanales de proximidad, generando «un estrecho diálogo entre luz y materialidad». Uno de estos materiales son las baldosas de barro artesanales, que aportan su color terroso natural y su textura, y se convierten en el elemento que da continuidad a las diferentes estancias, revistiendo el suelo y las paredes del baño. Sus diferentes formatos y tamaños sirven para dar más profundidad espacial y aportar identidad a los volúmenes arquitectónicos.
También las piedras naturales, buena parte de las cuales fueron recuperadas durante la obra, se alternan a lo largo de la vivienda conformando mesas bajas y soportes expositivos. La encimera de piedra caliza envejecida y el tadelakt (revestimiento de cal tradicional de Marruecos) de la mesa escultórica encuentran su punto de ruptura en el aluminio de la cocina, que confiere un aspecto más contemporáneo al conjunto.
Distribución orgánica y espacios consecutivos
Ubicado en una antigua corrala, el inmueble presenta una distribución orgánica caracterizada por espacios consecutivos. La partición central ha sido alterada respetando las mismas proporciones de los huecos de la fachada, formando dos arcos rebajados de estilo castizo.
El diseño de la casa planteó diferentes retos, entre ellos, conseguir la máxima sensación de amplitud, conectar con el mundo exterior y elevar la luz natural. De esta manera, la iluminación «fluye por la vivienda, aumentando y disminuyendo su intensidad dependiendo del uso de la estancia y en consonancia con el ritmo circadiano: el salón irrogado con luz natural, la cocina en una sombra sutil y la habitación caracterizada por una luz cenital envolvente», explican los diseñadores.
Objetos con alma
Formando parte del alma de la casa se encuentran los diferentes objetos que se reparten en el interior. Algunos de estos elementos han sido diseñados por Carlota Gallo como las piezas textiles; otro son fruto de la colaboración entre el arquitecto y la diseñadora, como la escultórica mesa de la cocina; y otros provienen de fuentes externas como como el lavabo fabricado en el taller de la artesana María Lázaro y la hamaca colombiana, tejida por mujeres indígenas respetando las técnicas heredadas, las cuales dialogan con la pieza fotográfica “Mensajes para seres cósmicos” de Carlota Guerrero.
LAS IMÁGENES DE ASIER RUA:
FICHA TÉCNICA:
- Proyecto: Casa Olivar.
- Ubicación: Madrid (España).
- Superficie: 55 m².
- Año: 2022.
- Autores: Matteo Ferrari, arquitecto, en colaboración con Carlota Gallo, diseñadora de producto.
Acabados y equipamientos:
- Suelo: baldosín cerámico (Antonio Alemán Cerámica).
- Sofá: de Mido Decoración Madrid.
- Mesa cocina: producida por los autores del proyecto.
- Iluminación a pared: de Zangra.
- Iluminación a techo: de ADN Light.
- Lavabo baño: de la ceramista María Lázaro.
- Sanitarios: de Roca.
- Grifería: de Grizasa.
- Artwork paredes: Carlota Guerrero.
Fotografías: Asier Rua.
PLANIMETRÍA:
Nacido en Módena (Italia), Matteo Ferrari comenzó su carrera profesional como arquitecto en 2008. Su propósito es canalizar sus inquietudes en el campo del diseño, buscando redefinir los vínculos entre el proceso creativo, la funcionalidad y la estética.
El arquitecto ha desarrollado proyectos de diversa naturaleza y escala, centrándose en la creación de espacios inspiradores con un fuerte valor emocional y que provoquen una experiencia cognitiva en el observador.
Galardonado con el premio Best Retail Design por The New York Times Magazine, Matteo Ferrari ha colaborado con clientes como Aesop, Zara, el Museo Cristóbal Balenciaga y Malababa.
SOBRE CARLOTA GALLO:
Carlota Gallo es diseñadora de producto afincada en Madrid. Actualmente, desarrolla su carrera en el mundo de los materiales en la selección de materias primas, asesorando y apoyando a firmas de la industria del lujo.
La diseñadora ha trabajado en el departamento de desarrollo de Loewe y ha colaborado con diversas galerías e iniciativas de la escena del diseño madrileño como Mujer Objeto.
Fuente: Matteo Ferrari en Bowerbird
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