MIGUEL MILÁ: DISEÑADOR (PRE) INDUSTRIAL:
El próximo 13 de agosto se conmemora el primer aniversario del fallecimiento del diseñador Miguel Milá, figura clave en la historia del diseño industrial español. Una forma de redescubrir o descubrir su figura en profundidad y desde una perspectiva humanista es a través de la exposición «Miguel Milá. Diseñador (pre)industrial», que puede verse en el Disseny Hub Barcelona (DHub) hasta el próximo 28 de septiembre. La muestra, comisariada por Gonzalo Milá y Claudia Oliva, reúne más de 150 piezas y más de 270 documentos que ilustran no solo su obra, sino también su proceso creativo, sus ideas y su visión del diseño como una herramienta útil, sencilla y atemporal.
Coorganizada por el Disseny Hub Barcelona, La Fábrica y Madrid Design Festival, la exposición se articula a través de ocho ambientes que van desgranando la trayectoria de Milá, dándolo a conocer como diseñador pero también como persona. El recorrido comienza en la «La casa: un universo para crear». En esta sala, se invita a conocer el contexto familiar de Miguel Milá, sus raíces burguesas catalanas marcadas por la sobriedad y el refinamiento. A través de fotografías familiares y objetos de su infancia, como su caja de herramientas infantil, se revela cómo sus primeros encargos -reparar, conservar y crear soluciones para la vida diaria- fueron germen de su mirada de diseñador. La exposición muestra cómo estos primeros contactos con objetos cotidianos encendieron en él una sensibilidad que marcaría toda su carrera.
Fijarse en la función y simplicar los objetos y espacios
La segunda sala, «Diseñar para la modernidad», explica cómo Miguel Milá comenzó a trabajar de interiorista en el despacho de los arquitectos Federico Correa y su hermano Alfonso Milá en 1950, abandonando sus estudios de arquitectura un año más tarde. En aquel entonces, diseñaba espacios minimalistas por necesidad, en un contexto marcado por la escasez y las limitaciones económicas. La influencia de José Antonio Coderch fue fundamental: le enseñó a fijarse en la función y a simplificar los objetos y espacios. En unos años donde aún no existía claramente el concepto de diseño industrial en España, Milá aprendió a hacer mucho con poco.
En el tercer ámbito, «Diseño (pre)industrial», se explica la transición de la artesanía hacia el prototipo industrial, mostrando el encargo familiar que dio lugar a la lámpara TN (1960), abreviatura de Tía Nuria, y embrión de la TMC y de la TMM (1961). Este espacio ilustra, a través de diferentes prototipos originales y las primeras series de producción, cómo Milá convirtió las necesidades del mobiliario moderno en España en una oportunidad para impulsar una industria local capaz de producir objetos funcionales y sencillos pero con carácter propio.
Miguel Milá en su taller. Fotografía: Poldo Pomés
Trabajo artesanal y diseño
En el ecuador del recorrido, «El oficio como profesión» rinde homenaje al trabajo manual que siempre acompañó su proceso creativo. Se recoge la labor de Miguel Milá en el taller, reflejando su creencia firme en que el trabajo artesanal era inseparable del diseño. Para él, cada objeto debía ser resultado del esfuerzo directo del creador. Esa conexión entre oficio y diseño es clave para entender su filosofía.
En «Función, ingenio y tecnología», se profundiza en los aspectos técnicos que sustentaron sus diseños. Se exhiben diferentes versiones de sus lámparas TMC/TMM junto con los sistemas para ajustar la altura y la evolución de la icónica Cesta, una luminaria que nació cuando Miguel Milá encontró un globo de vidrio y lo enmarcó dentro de una cestilla de ratán.
El sexto ámbito está dedicado al «Confort doméstico» y reúne objetos surgidos de «autoencargos», diseñados para mejorar la vida cotidiana sin llamar demasiado la atención como la mesa de vidrio transparente María; la silla Salvador, que Milá creó para poder contar con unas sillas decentes sin comprometer su presupuesto familiar de recién casado; o un espantamoscas que elaboró para su esposa. Cada pieza refleja esa idea central: convertir las necesidades diarias en objetos útiles que aportan funcionalidad y una belleza discreta.
De la casa a la ciudad
Pero el diseñador no solo mejoró las vidas de las personas en sus hogares, sino también en su andar por la ciudad. En la sección «Confort urbano», se muestran algunos de los diseños urbanos más emblemáticos realizados por Milá. Desde bancos ergonómicos pensados para personas mayores (banco NeoRomántico, evolución del banco Romántico diseñado en los ’80) hasta el rediseño de los vagones del metro de Barcelona -como el realizado en los años 80- o equipamientos hospitalarios. En esta séptima sala, se detalla como el diseñador aplicó una sensibilidad doméstica a los espacios colectivos, buscando la comodidad, la comunicación y la dignidad para todos los usuarios.
Finalmente, la exposición cierra con «Diseño atemporal». Aquí se reflexiona sobre conceptos como sostenibilidad y naturalidad mediante piezas cerámicas, botijos tradicionales y otros objetos que evidencian la perdurabilidad del trabajo de Milá. Testimonios críticos de colegas de profesión como Jasper Morrison destacan como su obra combina belleza y utilidad más allá de modas pasajeras, un legado que sigue vigente gracias a su elegante sencillez.
Fondo Miguel Milá
Otro de los aspectos más destacados de la exposición es que ha permitido acceder, por primera vez, a una parte sustancial del Fondo Miguel Milá depositado en el Museu del Disseny-DHub, uno de los más importantes que conserva la Biblioteca y Archivo del Diseño del Museo. Entre los 82 documentos que la Biblioteca y Archivo del Diseño aporta a la exposición se encuentran los proyectos de las lámparas TMC y TMM, que permiten apreciar la evolución de estas piezas icónicas que llevan más de 60 años en el mercado; una libreta de estudio de Milá; maquetas originales como las propuestas para la chimenea A-14 y para la escalera de caracol M-57; así como proyectos para el interiorismo del Hospital Clínic y para los vagones del Metro de Barcelona.
Por otra parte, se exhiben 18 piezas pertenecientes a la Colección de Diseño de Producto del Museu del Disseny-DHub. Entre ellas destacan la chimenea A-14, valorada por su monumentalidad escultórica, y la escalera de caracol M-57, caracterizada por su lógica, funcionalidad y estética. Además de estas piezas procedentes de la colección, la muestra incluye objetos cedidos por Miguel y Gonzalo Milá, Santa & Cole, Urbidermis, Escofet, Muebles 114, Fenix Originals, Kendo, Kettal, TMB, Trenat, Isist Atelier y Expormim.
Además, en la muestra puede verse una entrevista con el diseñador, grabada en 2018, como parte del proyecto de memoria oral del archivo. Este audiovisual complementa un documental sobre Miguel Milá realizado por Poldo Pomés en 2017, que también se proyecta en la exposición.
INFORMACIÓN GENERAL:
- «Miguel Milá. Diseñador (pre)industrial».
- Hasta el 28 de septiembre de 2025.
- Pl. de les Glòries Catalanes, 37-38.
- 08018 Barcelona (España).
- Lunes: cerrado.
- Entrada general: 6 €.
- Entrada reducida: 4 €.
- Entrada general combinada temporales: 8 €.
- Entrada reducida combinada temporales: 5 €.
- Entrada general combinada: 9,20 € (incluye la entrada a las exposiciones permanentes y a las exposiciones temporales).
- Entrada reducida combinada: 6,20 € (incluye la entrada a las exposiciones permanentes y a las exposiciones temporales)
- T. +34 93 256 67 00.
- E. dhub@bcn.cat
- W. https://www.dissenyhub.barcelona/es
SOBRE MIGUEL MILÁ:
Miguel Milá (Barcelona, 1931 – Bilbao, 2024) es, sin duda, uno de los grandes nombres del diseño catalán moderno y miembro de la generación de los pioneros del diseño de los años 50, que ha visto como algunos de sus muebles y lámparas se han convertido en auténticos clásicos como las lámparas TMC y Cesta.
En su larga trayectoria profesional figura la fundación, junto a los arquitectos F. Ribas Barangé y E. Pérez Ullibarri, de la empresa Tramo (apócope de Trabajos Modestos), en la que empieza a diseñar y producir sus propios muebles y lámparas. Junto a André Ricard, Antonio de Moragas, Oriol Bohigas, Alexandre Cirici Pellicer, Manel Cases, Rafael Marquina y Ramón Marinel.lo, entre otros, participó en la creación del ADI-FAD. Desde su fundación, esta asociación se dedicará a difundir el diseño español en el extranjero y a conectar a los jóvenes profesionales españoles con el exterior.
Tras una etapa que coincide con los excesos de los años 80, durante la cual se dedicó al interiorismo y al diseño de exposiciones, retoma su diseño de siempre con un fundamento igualmente racionalista y un lenguaje más actual, ejemplificado por el banco NeoRomántico (1995). Le siguieron unos años más tarde, los bancos NeoRomántico Liviano (2000) y NeoRomántico Aluminio Liviano (2002).
Sus creaciones, objetos pensados con cuidado, lógicos, funcionales y prácticos, pero también elegantes y depurados, le han valido reconocimientos como el Delta de Plata y el Delta de Oro en varias ocasiones, el Delta de Oro Especial en 1986, el Premio Nacional de Diseño Industrial en 1987, la Creu de Sant Jordi en 1993, el Award for Good Industrial Design en 1994, el Premio Compasso d’Oro Internacional en 2008 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2016.
Fotografía: Paola de Grenet
MIGUEL MILÁ EN INTERIORES MINIMALISTAS
Fuente: Disseny Hub Barcelona y en la web del diseñador. Imágenes de la exposición: Interiores Minimalistas
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