Construido a principios de la década de los 60, este apartamento, situado cerca del Parque de Merl (Luxemburgo), era un espacio mal distribuido y oscuro, que necesitaba una rehabilitación total. El joven estudio n-lab architects ha sido el encargado de recuperar y transformar la obsoleta vivienda en otra diáfana, luminosa y funcional, en respuesta a las peticiones de su cliente.

La cocina se caracteriza por el falso techo mientras que la isla, donde se ha colocado la zona de cocción y una mesa adosada, se convierten en los elementos principales. La mesa está diseñada originalmente para cuatro personas aunque, gracias a un mecanismo, su tamaño puede duplicarse en sólo unos pocos pasos.
Junto a la cocina, se ha situado la zona de música y de estudio, separada de la primera por un panel de cristal fijo y otro corredizo que permiten que llegue luz natural adicional a la cocina. Además, la puerta corredera de cristal y el cambio de pavimento dibujan la línea divisoria entre las dos estancias e indican que se está entrando en una zona semi-privada. El vestidor, en forma de cubo, crea la distancia necesaria entre el estudio y el dormitorio, la zona más privada.
A pesar de la uniformidad que reina en todo el apartamento, los distintos materiales utilizados se han trabajado bajo el concepto del contraste: superficies lisas frente a superficies rugosas y acabados de gama alta junto a otros más “casual”. Además, la elección no ha estado supeditada a su empleo en unas estancias concretas, aunque sí se han tenido en cuenta sus características.
Planta
Información e imágenes facilitadas por n-lab architects
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