Ricard López rodeado de maletas Rimowa en la nueva tienda Pilma Travel de Madrid
Entrevista a Ricard López Barceló:
De taller de ebanistería a tienda especializada en productos de lujo para viajes. Así podría resumirse de forma bastante radical la trayectoria de Pilma, la histórica tienda barcelonesa dedicada a la decoración de diseño, desde sus orígenes -cuando todavía no era Pilma- hasta el octubre pasado cuando inauguraba en Madrid su primera tienda Pilma Travel. Entre uno y otro extremo, ocho décadas de historia familiar, la apertura de varios establecimientos, la creación de una marca propia (PLM Design) la crisis… y otros muchos temas que ya forman parte de la historia del diseño de la Ciudad Condal.
Este próximo jueves, Pilma presenta su renovado local de la avenida Diagonal donde, a partir de ahora, se dará mayor protagonismo a la línea de productos de lujo para viajes y a los escaparates, una ventana abierta a la nueva Diagonal que, poco a poco, se está convirtiendo en una atractiva arteria comercial y de ocio. Ricard Barceló, director de la firma junto a su hermano Pau, nos habla de todo ello.
Las preguntas:
¿Cuáles son los inicios de Pilma?
Pilma es una empresa familiar que comienza, en los años 30, como un taller de ebanistería y carpintería en la calle Llançà de Barcelona. A principios de los 60, mi padre empezó a tener ciertas inquietudes comerciales y, de forma paralela al taller, aparecieron las primeras intenciones de vender. Incluso, coincidiendo con la época del boom turístico, se abrieron varias tiendas en la Costa Brava, básicamente en Roses porque la familia de mi madre es de allí. Aunque, en esta época, todavía no podemos hablar de diseño.
¿Cuándo se abrió la primera tienda en Barcelona?
Al ver que todo esto podría tener una cierta salida, en 1974, se inició el proyecto de la tienda de la calle Valencia que, además, fue finalista en los Premios FAD de Interiorismo. Es en este momento cuando se produce un cambio y la intención de cubrir varios vacíos existentes en el mercado: la idea ya en aquel entonces era disponer de un producto bastante asequible, bien diseñado, con una cierta calidad y que pudiera suministrarse de forma rápida teniéndolo en stock.
Después llegarían otros dos establecimientos.
Sí, la de Diagonal y Sarrià. En el año 1987 se inauguró la tienda de avenida Diagonal (también finalista en los Premios FAD de Interiorismo) con el mismo tipo de producto con el que se había empezado, aunque con la diferencia de que con el paso del tiempo el mercado había evolucionado y muchas marcas no eran las mismas.
Años más tarde, concretamente en 2003, se abrió el showroom de la calle Santa Amelia, en Sarriá, con la idea de disponer de un establecimiento donde pudiéramos trabajar un poco más conectados con los profesionales, pero manteniendo la misma clase de productos. Por último, en 2007, se abrió el Outlet para dar salida a restos de serie y productos de este tipo.
¿De dónde proviene el nombre de Pilma?
Ja, ja, ja. Últimamente nos están haciendo mucho esta pregunta. La verdad es que proviene de buscar un nombre para las tiendas de la Costa Brava que no tuviera erres porque, en aquella época, una buena parte de la clientela eran franceses, holandeses… a quienes les costaba pronunciar esta letra. Así que Pilma fue el resultado de unir la primera sílaba del nombre de mi abuela, que se llamaba Pilar, con la primera del de mi madre, que se llama Magdalena.
En realidad, cuando se estaba haciendo la tienda de la calle Valencia, nunca se pensó que se mantendría este nombre. Pero Lluís Cantallops (el arquitecto) iba poniendo como nombre del proyecto Pilma, Pilma, Pilma… y el día que nos pusimos a discutir cuál sería el nombre -todavía me acuerdo-, él dijo «pero si el nombre ya está, es Pilma». Y, aunque estaba pensado sólo para los locales de Rosas, así se quedó.
La primera tienda Pilma, en los años 70
¿Cuándo y por qué aparece PLM Design?
Desde el principio de Pilma, pensamos en ofrecer un producto de gama media (media baja y media alta) con un diseño y con una calidad correctos. Siempre hemos comprado un poco con el corazón, teniendo en cuenta que el producto nos gustara y nunca anteponiendo sólo criterios meramente comerciales.
De todas la empresas que comenzaron a trabajar en esas fechas, hoy en día no existe ninguna. En aquel momento, no estábamos produciendo ni comprábamos en el extranjero. Todo era producto nacional de diferentes fabricantes o, a lo mejor, era un producto fabricado fuera y llegaba aquí a través de un importador. Era lo que había entonces. Además, en aquella época, la importación era muy compleja porque existían aranceles para todo.
Sin embargo, hará unos veintitantos años vimos que el mercado nacional ya no nos daba lo que necesitábamos para nuestras tiendas y, poco a poco, empezamos a comprar cosas fuera aunque todavía no con nuestra propia marca. Llegó un momento en que lo que estábamos comprando en el extranjero era de un nivel excesivamente alto y aquí estaban comenzando a desaparecer fabricantes… Y aquí es donde surge un poco nuestra marca: PLM Design, que es la que hace 20 años comenzamos a comercializar para España y ahora, desde hace un año, estamos empezando a comercializar también para otros países de Europa.
¿En qué países?
Hemos hecho distintos tests en Francia y algún país sudamericano… pero poner los productos con agentes fuera de España, no lo hemos hecho hasta este pasado año. En estos momentos, tenemos agentes en Austria, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica y Portugal.
¿Qué se buscó al crear PLM Design?
En nuestras tiendas intentamos ser lo más transversales posibles en cuanto a gama de productos. Es decir, intentamos que haya menaje, decoración, iluminación, mobiliario… en el catálogo de PLM Design ocurre lo mismo. Entramos en una línea en la que todo ha de ser diseño y entrar en una determinada estética.
Sin embargo, hay piezas de vuestro catálogo que sorprenden por su estética.
Si las miras como piezas independientes, sí. Pero lo importante es como las acabas colocando. En nuestros locales, ese producto se entiende perfectamente porque está rodeado de productos que se apoyan unos en los otros. Lo mismo ocurre al analizar la estética de las casas. Por ejemplo, en Barcelona, prácticamente no existe ninguna o debe haber poquísimas casas que sean totalmente minimalistas porque, al final, una casa no deja de ser un universo donde se van mezclando recuerdos de viajes, regalos, fotografías…
¿Quién se encarga de llevar a cabo los diseños?
En principio, procuramos aprovechar las oportunidades que existen en el mercado. Más que comenzar un diseño desde cero, lo que hacemos es mirar en ferias productos que pueden ser españoles, europeos o asiáticos. Lo que buscamos es un fabricante que tenga una manera de producir y unos precios cercanos a los nuestros.
Buscamos empresas que consideramos que pueden ser interesantes porque partiendo de un diseño suyo y retocando proporciones, materiales, volúmenes, tiradores… podemos llegar a hacer algo cercano a nosotros. Pero claro no será lo mismo si hablamos de una silla de plástico inyectada, donde la máxima variación que podrás hacer, a lo mejor, es el pie en otro material o color, que si se trata de un producto más artesano que, seguramente, podrás retocar desde el principio. Trabajando de esta manera, acabamos teniendo una gama cien por cien propia.
Tienda de la calle Valencia, 1
¿En estos momentos estáis trabajando en alguna nueva colección?
Actualmente, estamos desarrollando una serie con una empresa belga, con sede en Indonesia. Es un producto acabado en cemento y roble natural importado desde Europa. También estamos trabajando en otra colección con una empresa suiza que la produce al norte de Italia.
Una de vuestras ventajas es que trabajáis con productos en stock.
Una de las cosas que estamos procurando dentro de PLM es tener todos los productos que son necesarios para una casa. En cuanto al mobiliario, intentamos tenerlo casi todo en stock. Ahora disponemos de un 95% y llegará un momento en que sea el 100%.
Disponemos hasta de sofás en stock porque la gente ya no escoge el textil o el color de la piel, va directamente a lo que quiere. Evidentemente, de lo que se trata es de tener el color y las medidas adecuadas para la mayor parte de la gente. Además, de esta manera también se pueden conseguir precios más económicos de los proveedores.
Por ejemplo, hemos dejado de tener armarios con muchas puertas o a medida. Lo que hemos buscado es tener un armario de 60 u 80 cm que pueda «multiplicarse», pero que si algún día se necesita dividirlo y llevarlo a diferentes espacios, puedas hacerlo.
¿Disponéis de almacén en cada tienda?
No, el almacén central, que tiene unos 5.000 m2, lo tenemos en la calle Metalurgia de l’Hospitalet, delante del recinto ferial nuevo, y tenemos otro en la calle Llançà. Aquí se recogen las piezas de mayor tamaño aunque también las podemos llevar nosotros. Los productos de menor tamaño como mesitas auxiliares, sillas plegables… se pueden recoger en cualquier tienda. Y si no, también se pueden transportar a la tienda y el cliente recogerlos cuando quiera.
¿Cómo están distribuidas internamente vuestras tiendas?
Las tiendas quedan distribuidas entre producto que compramos específicamente para nosotros, pero no es producido por nosotros, PLM Design, la gran mayoría del espacio, y shops in a shops.
Shop in a shop de Stua en Pilma Sarriá. Fotografía: Javier Guerrero
¿En qué consiste una shop in a shop?
Es una fórmula que aparece porque vamos centralizando al máximo el número de empresas con las que trabajamos. Hoy en día y en nuestro sector, ha cambiado el tema de la distribución, todos tienen la necesidad de reducir. El panorama es que a la tienda monomarca, por sí sola, le cuesta funcionar y en la multimarca, a veces, se produce una mezcla en la que no se entiende nada de nada. Y al final, si todo está mezclado, el fabricante no dispone de ningún espacio representativo donde se muestren claramente sus productos.
Así que hemos apostado por crear shops in a shops dentro de las tiendas, aunque no todas tienen los mismos. Por ejemplo, en la tienda de Sarriá están Kartell y Stua, y en la de Diagonal ahora hacemos más visible la división de viajes de lujo con marcas como Tumi, Piquadro, Hartmann, Porsche Design, Lipault y Rimowa, con la que trabajamos desde hace muchos años.
¿Cómo ha afectado la crisis a toda esta estructura?
La crisis nos ha afectado como a todo el mundo pero ya, en el 2013, tuvimos un crecimiento total entre tiendas y distribución de un 20%, y en 2014, volvimos a crecer aproximadamente otro 20%. En este momento, estamos en un crecimiento similar pero las expectativas indican que es posible que el año acabe con un crecimiento por encima de esta cifra.
Una de las maneras de salvar la crisis ha sido la de ser lo más transversales posibles para aumentar el número de posibles clientes y que el producto esté en stock, disponible al momento, y por tanto, también estará mejor de precio.
Habéis iniciado un proceso de recuperación e incluso habéis abierto una tienda en Madrid, Pilma Travel.
Sí, el mes de septiembre pasado inauguramos, en la calle Serrano de Madrid, una tienda sólo de productos de lujo para viajes, sobre todo intentando captar al público asiático.
¿Cómo surge esta idea?
La idea parte de la observación y la curiosidad. Hubo una época en que eran muy importantes las listas de bodas y, sin embargo, ahora no se hace ninguna. Cuando se hacían, una parte destacada eran las maletas porque todo el mundo lo primero que hacía cuando se casaba era irse de viaje. Y aunque ahora también, todos ya tienen maletas porque se empieza a viajar mucho antes.
Hace 25 años que trabajamos con la marca Rimowa, uno de los principales fabricantes de maletas de Europa, pero hace tres, comenzamos a observar que al mismo tiempo que llegaban más visitantes asiáticos a Barcelona, aumentaba la venta de este producto.
Entonces, les propusimos hacer una shop in a shop en la tienda de Diagonal, que de hecho es la primera que se hace en el mundo porque ellos ya tenían alguna tienda propia y vendían en algún gran almacén o tienda de maletas, pero no en una tienda como la nuestra. Se lo propusimos, les gustó la idea y la desarrollamos en Diagonal.
Viendo como estaba el tema, tomamos la decisión de hacerlo en Madrid pero transformando la idea en una tienda multimarca de productos de lujo para viajes, que es lo que nos estaba pidiendo el mercado.
¿Continúa la idea de traer Pilma Travel a Barcelona?
Continúa. Hay dos cosas dentro de nuestra empresa que pueden surgir en cualquier momento: un Pilma Travel en Barcelona y un Pilma como los de aquí en Madrid. A lo mejor con un tamaño algo diferente y tampoco haría falta que estuviera situado en una calle como Serrano, como tampoco haría falta estar en Paseo de Gracia. Lo que sí que necesitaría es estar cerca del centro, en un lugar con bastante visibilidad y de fácil circulación. Esto sería una de las cosas que nos faltaría como proyecto y la otra que nos faltaría es un Pilma Travel en Barcelona. Estamos buscando, claro, pero ya veremos.
De momento, el próximo jueves presentamos la incorporación en nuestra tienda de Diagonal de varias shop in a shop de marcas tan prestigiosas como Tumi, Piquadro, Hartmann, Porsche Design y Lipault, que convivirán con Rimowa.
El escaparate de Pilma en la avenida Diagonal. Fotografía: IM
¿Existe alguna asignatura pendiente en esta trayectoria?
Creo que no seríamos diferentes a lo que somos ahora. Lo que pasa es que, quizás, hay cosas que las hubríamos hecho antes. A lo mejor, si hubiéramos implantado más la marca PLM Design y las shop in a shop justo al principio de la crisis o del cambio de ciclo económico, habríamos conseguido que el público se hubiera dado cuenta antes de que tenemos un producto que puede ser totalmente popular.
En estos momentos, estamos muy activos en cuanto a la relación con profesionales del sector como arquitectos, interioristas, revistas, blogs… Seguramente, todo esto tendría que haberse hecho antes, pero lo que ocurre con las empresas familiares es que has de ir haciendo una cosa detrás de la otra y no puedes asumirlas todas al mismo tiempo, sea por saturación, por temas económicos o por lo que sea.
¿Qué piensas que ha aportado Pilma a la historia del diseño en Barcelona?
Lo fácil sería decir que lo hemos popularizado pero también creo que sería un poco pretencioso, aunque algo hemos hecho. Al tener un establecimiento de puertas abiertas, montado como un estudio, buscando una imagen adecuada, ofreciendo productos de más diseño junto a otros de menos diseño y de varios precios, hemos contribuido a quitar parte de ese halo peyorativo que siempre ha envuelto al diseño. En resumen, creo que hemos hecho el diseño más cercano.
Imágenes facilitadas por Pilma
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