Desde sus primeras conversaciones, el arquitecto Guim Costa Calsamiglia y el interiorista Oriol Vidal Besa se propusieron conservar al máximo la esencia de la antigua nave industrial donde originalmente se fabricaba maquinaria agrícola. Construida a principios del siglo XX en la ciudad de Tàrrega (Lleida), la edificación tenía «un gran valor histórico vinculado al patrimonio industrial de localidad y una serie de elementos constructivos muy interesantes como las paredes de mampostería y las cerchas y vigas de madera, algunas de ellas con los agujeros típicos en un extremo de las que eran bajadas por los raiers por el río Noguera Pallaresa».
La otra decisión importante, ya que la nave disponía de pocas aberturas al exterior, fue abrir un gran patio interior alrededor del que giraría el nuevo programa funcional y serviría para aportar luz y ventilación natural al interior. El proyecto de rehabilitación, para el cual se creó una nueva estructura metálica autónoma y separada de la original, dio lugar a una casa luminosa y abierta, con referencias a un pasado industrial que se fusiona de forma carismática con el nuevo y moderno diseño.
Arquitecto e interiorista partieron de una sencilla construcción de planta rectangular (9,40 x 17,5), formada por cuatro muros perimetrales sobre los que descansaban las cerchas de madera que sustentan la cubierta con estructura de madera, enlistonados de madera y acabado de teja árabe. A este espacio se accedía desde la calle por la fachada Este, la única que tenía aberturas al exterior. Interiormente era un gran ambiente diáfano de unos 7 m de altura que alcanzaba casi los 9 m en la cumbrera.
Durante los trabajos de rehabilitación, se saneó la estructura y se restauró el tejado sin modificar el volumen. Para recuperar al máximo las tejas, la cubierta se levantó íntegramente al tiempo que también se sanearon las cerchas y las vigas auxiliares. El espacio interior se dividió en diferentes alturas y las aberturas de la fachada se adaptaron a la calle y a la nueva distribución, reduciendo la importante puerta de acceso de camiones y ampliando las ventanas existentes.
En el proceso de definición del espacio interior, una de las grandes apuestas del proyecto fue disponer de un patio de 3,60 m x 7,5 m, que parte los más de 17 mde longitud del edificio, para favorecer la ventilación cruzada y la entrada de luz natural en las tres plantas que se crearon. Las escaleras y el ascensor comunican verticalmente la planta baja (acceso y servicios), el primer piso (principal), la segunda planta (suite principal y el estudio sobre el doble espacio de la cocina-comedor).
La planta baja se concibió como una zona de acceso y servicios, con la entrada desde la calle para personas y vehículos. El aparcamiento comunica con una sala de instalaciones, donde se encuentran la caldera, acumuladores y otros servicios del edificio, y desde aquí se tiene acceso al vestíbulo de la vivienda. Desde el recibidor y bordeando el patio interior, se llega a una sala diáfana que puede utilizarse como sala de juegos o trastero.
Al segundo nivel puede accederse por la escalera que nace en el recibidor y por otra situada en el patio. Esta planta está dividida por el nuevo patio en una zona de día, que da a la calle, y en una de noche. En la planta diáfana y rectangular de la primera (8,8 x 7,5 m) se sitúan la sala de estar, el comedor y la cocina, que disponen de ventilación cruzada creada con la fachada principal y el patio. A través del paso que bordea el patio, se llega a la zona de noche con dos habitaciones y un baño compartido. La zona de intercomunicación entre ambos programas da lugar al arranque de la escalera que lleva al piso más alto.
Esta planta cuenta con dos niveles para permitir la circulación por debajo de las cerchas actuales y no ocupa todo el espacio. Aquí se encuentran el dormitorio principal con baño propio y el estudio, que ocupa más de la mitad del espacio del salón-comedor, creando una doble espacio que permite la circulación de la luz y la ventilación del conjunto.
Ficha técnica:
- Proyecto: Casa OV. Reconversión de una nave industrial en vivienda unifamiliar.
- Localización: Tàrrega (Lleida / España).
- Año: 2011.
- Arquitectura: Guim Costa Calsamiglia.
- Interiorismo: Oriol Vidal Besa.
- Aparejador: Pere Vilaginés Serra.
- Estructura: Jordi Granada Font.
- Superficie: 165 m2.
- Fotografías: Anton Briansó (www.antonbrianso.com)
Planimetría:
Sobre Guim Costa Calsamiglia:
Guim Costa Calsamiglia (Barcelona, 1968) es arquitecto por la ETSAB. En 1990, funda el espacio de creación Gòtic Sud junto con otros ocho amigos, estudiantes de arquitectura. A lo largo de su carrera colabora en los despachos de los hermanos Terradas, Josep Llinàs e Ignasi de Solà-Morales. Desde el año 1998 hasta 2010, trabaja activamente como arquitecto siendo co-autor junto a Octavi Mestre de la Clínica Olivé Gumà, así como, de unas viviendas en Cànoves y Samalús. Con más de diez años de trayectoria profesional, en 2010 funda Costacalsamiglia arquitectura, un estudio para el desarrollo de proyectos de arquitectura y de diseño de mobiliario.
El arquitecto barcelonés es autor de varias casas unifamiliares: en el Port de la Selva, una de ellas, finalista de los “Premis d’Arquitectura de Girona” de 2006, también en Empúries, en Barcelona y el edificio para la GUB en la Zona Franca de Barcelona. Recientemente, costacalsamiglia arquitecte ha participado en el concurso para el Centre Cívic de la Riera de Ginjolers en Roses, en la preselección de equipos para la nueva Sala Beckett, y en el concurso restringido para la reforma de las dependencias de profesores para la UPF, resultando ganador. Además, ha sido seleccionado para competir en el concurso de una de las “16 puertas de Collserola”.
Costa ha compaginado su labor como arquitecto con la de colaborador de la revista “Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme”, con José Luis Mateo y Manuel Gausa como directores, y colaborador de la editorial Gustavo Gili, entre los años 1998 y 1999.
Información e imágenes facilitadas por costacalsamiglia arquitectura
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