A pesar de ser una casa modular prefabricada, Casa Cedeira no tiene aspecto de barracón “de diseño”, ni de container reciclado, sino que simplemente parece una casa: dispone de su tejado a dos aguas (obligatorio por la normativa de la zona), sus ventanas batientes y su interior diáfano más propio de un loft urbano que de una casa de campo.
Los arquitectos de MYCC (despacho integrado por Carmina Casajuana, Beatriz G. Casares y Marcos González) han determinado que la forma de la construcción sea una geometría simplificada de la casa tradicional.
El volumen resultante se ha envuelto de dos materiales que establecen un lenguaje con el paisaje del entorno: Viroc®, un prefabricado de cemento y virutas de madera de color grisáceo eucalipto en cubierta y fachadas laterales; y en las dos fachadas principales acero corten perforado según una silueta que recrea el bosque circundante.
La casa consta de 6 módulos prefabricados en su planta principal: el primero alberga el dormitorio, en el segundo se encuentran el baño y la escalera, en el tercero la cocina, y los tres últimos forman el espacio principal de salón-comedor.
Todos los espacios se han distribuido siguiendo el esquema de planta abierta, dando máximo protagonismo al paisaje. En la planta superior se sitúa una buhardilla también diáfana de doble fachada abierta: hacia el mar en el suroeste y hacia los bosques en el noreste. Este espacio polivalente no tiene de momento un uso determinado; puede servir como dormitorio de invitados, sala de tai-chi o zona de juegos infantiles.
Fotografías: Fernando Guerra/FG+SG
Casa Cedeira se ha construido tan solo en tres meses y se ha montado en dos días, impactando así mínimamente en el entorno y reduciendo al máximo los costes normales de la engorrosa construcción tradicional.
Este reportaje ha sido realizado por Gracia Cardona, cuyo magazine on-line diarioDESIGN os recomiendo desde Interiores Minimalistas.
Leave A Reply